miércoles, 23 de abril de 2008

La escalada del Cerro


Acabábamos de llegar a la cima.



LA ESCALADA DEL CERRO

La escalada del cerro en cierto modo
se parece al camino de la vida:
es a veces abrupto y empinado
propicio a resbalar o equivocarse
y otras veces rellano sosegado.

Tendrás que optar al dar un nuevo paso,
decidir si avanzar o detenerte,
aventurarte hacia el futuro incierto
o claudicar y resignar tu meta.

Por los desfiladeros, monte arriba,
lejana está la cumbre, imponente.
Cuelga del cielo el cerro y te intimida.
Pero has de concentrar todo tu esfuerzo
en dar un paso más, sólo el siguiente.

Firme tu pie, alerta tu mirada
acompañando el alma apaciguada.
No has de perder de vista el objetivo
ni desoír del prójimo el llamado:
dale aliento y valor, comparte tu agua
que ayudar al más débil fortalece.

Piensa que tras de ti llegarán otros
e intentarán pasar sobre tus huellas.
Así ha sido por siglos y milenios:
el hombre siempre está siguiendo estrellas.

Si los riscos y escollos te lastiman
vencerás el dolor de cada herida,
porque el esfuerzo y el dolor sazonan
la escalada del monte y de la vida.

A veces sentirás que estás vencido,
que ya tus fuerzas te han abandonado;
pero es que ni siquiera te imaginas
el gran generador que llevas dentro
de fuerza y de valor. Haz otro intento.

Aférrate al peñón, sé roca viva,
repta sobre su cresta si es preciso,
siente que te transfunde su imponencia
y algo de tu alma quedará en la piedra.

La batalla final es contra el miedo,
no la puedes perder, es decisiva:
el arma con que habrás de doblegarlo
está dentro de ti, suelta la brida.

Y cuando al fin estés sobre la cima
puedes librar tu grito reprimido.
Puedes abrir tus brazos y extenderlos
sobre los cuatro rumbos infinitos.

Con tus alas abiertas de alarido,
de cacique ancestral, caudillo y cóndor.
Te sentirás el dueño de los cerros.
Te sentirás el dueño de los ecos.
Te sentirás el amo de tí mismo.

Nancy Mansur.

Noviembre de 2004
Luego de escalar el Cerro Colorado, con el Gran Profe Saccomano y los alumnos de 5º Grado

1 comentario:

Dana dijo...

"Si los riscos y escollos te lastiman"
Piensan porque te han elegido, y quita toda esa inmensa alegría, que hay dentro de tí amiga mía.
Dicen que la indiferencia mata al hombre, y es por ellos que cuando noten tu dinamia, sentirán que fue todo inútil y hacia otro lado mirarán.
Gracias Nancy, por permitirme escribir tomando unas líneas de tus versos. Me encantó.