miércoles, 29 de mayo de 2019

LAS COSAS QUE NO OLVIDO


Hay muchos sucesos y momentos que pasaron por mi vida de manera lisa y llana, sin dejar rastros a la vista aunque quizá se hayan guardado y de alguna manera sigan latentes en uno de esos recovecos de la memoria.
Pero hay otros que siguen ahí, retornan al presente siempre tal y como sucedieron. Aunque respecto a eso me permitiré un margen de incertidumbre. Algunas veces he pensado si de verdad sucedieron así o en parte son la reconstrucción de algo que sucedió de otra manera, tal vez la vi desde un ángulo algo rotado, tal vez con el correr de los días y los años se fueron desgastando las luces y las sombras de la imagen original, corriéndose hacia otro punto el haz de luz que las develaba en un principio, lavándose con las lluvias de la nostalgia, destiñéndose por el efecto de  soles ardientes a veces, pálidos otras, húmedos en algunos otoños, durante el transcurrir incesante de la vida. 
Una mancha por aquí, un borrón por allá, un raspón en un vértice del plano estático que soporta la imagen, el retrato holográmico.
Ahí están las cosas que no olvido. Son las que siempre me han ayudado a levantarme y seguir caminando, por eso me detengo en los detalles aunque el tiempo haya pasado. Aunque cambie mi mirada. Aunque mis ojos experimentados y gastados hagan su propia lectura.
Mis memorias son tesoros que aún puedo descubrir de tanto en tanto corriendo con cuidado la cortina atardecida que las  guarda.
                                                                                      Nancy 2019

CUADERNO


Por la  arista delgada
de un cuaderno de infancia
se escabullen recuerdos
escapan remembranzas
resbalan por los planos
de blanco y raya recta
deslizándose  mudos
renglón abajo.
En medio de una selva
marchan enmarañados
ogros erráticos
caballos voladores
de proporciones raras
brujas montando escobas
-desorientadas-
y despiertan mañanas
entre soles radiantes
y montañas nevadas
con valles colorinches
y ríos congelados.
Casas con chimeneas
de humo estático
hilachas de cometas
escombros de castillos
tumbas de caballeros desarmados
tronos enmohecidos
de reyes destronados.
Cuadernos que bordados
de idilio adolescente
fueron abandonados
con su rima imperfecta
inacabada
y sus flores resecas
finalmente olvidadas.
Si pudieran hablar
los cuadernos guardados
liberar cada letra
y sacudir al viento sus secretos
un murmullo agobiante
inundaría el mundo
bares, plazas, jardines...
Un perfume de antaño
lo arrollaría todo
y cerrando los ojos
cada quien osaría
retrocediendo el tiempo
revivir sus olvidos.     
        Nancy M

ESQUINA


En mi pueblo hay una esquina inusitada.
Cada año durante los  equinoccios, aparece en ese punto una persona que nunca antes ha sido vista por ningún habitante. Siempre es alguien diferente, indefectiblemente seductor y extremadamente hermoso.
Hace su ingreso al planeta en el momento exacto en que el sol forma un eje perpendicular con el ecuador, de modo  que éste corta la eclíptica.
Si casual o deliberadamente  alguien acierta pasar por ahí justo en ese instante, queda atrapado por el resto de su vida en las redes de un amor imposible. 
El desafortunado sujeto estará condenado a vagar perpetuamente buscando un querer perdido, corriendo para siempre detrás de una ilusión inalcanzable, llorado mares, escribiendo poemas interminables y consumiéndose en los fuegos de una pasión no correspondida.
Todos los habitantes podrían evitar dicho cruce de calles o, en caso contrario pasar por allí a propósito, ya que hay quienes han manifestado que les gustaría  experimentar los encantos de un amor imposible, que se sabe desde siempre, son los únicos perfectos. Pero sucede que año a año y estación tras estación, el punto  ha ido cambiando su ubicación.
Una primavera se dio en Chacabuco  y Mariano Marull. Justo  pasó por ahí Julio Bergmann y a partir de entonces su vida se convirtió en un verdadero infierno.
Enamorado perdidamente de Lucía Santos Rega, vagó indefinidamente suspirando por esa hermosa mujer que nadie había visto jamás.
Todos los bares del pueblo conservan el recuerdo de Julio Bergmann llorando de pie ante una barra, consumiendo cientos de cigarrillos, olvidando poemas en las servilletas, buscando en cada mujer el rostro de la añorada Lucía Santos Rega.
Una mañana decidió terminar para siempre con su eterno sufrir.  Quemó todas sus memorias de confesiones inconfesables y me hizo jurar que jamás revelaría el secreto de las coordenadas.
Ciertamente yo juré y jamás ha cruzado por mi cabeza revelarlo.
Pero ya hace varios otoños que estoy buscando desesperada e inútilmente a Julio Bergmann.
                                                                                                                   Nancy

MADRE


Reloj de luz
calendario de espejos
nueve lunas
dos lunas en los pechos
en el ombligo un sol
y un cordel de plegarias.
Anidada en tu vientre
sentí tus ganas de mirarme
y de pensarme un nombre.
Tu miedo a desmayar.
Vestida de bravura
pariste  tu versión más  temeraria
y fuiste mutación
mansa  y creyente
rezando ante mi cuna.
Barrilete en mi azul de primavera
paño frío en la fiebre de mi frente
ala tibia en el viento de mi otoño
ardiente hoguera en las noches de mi  invierno
y en los inviernos de mis  noches
masaje sanador.
Te fuiste y no te vas
ahí andas atrapada
abrazadita a mí
latiendo siempre.
Yo sé bien que percibes
esta mi sed de envolverte y ser tu abrigo.
Y aquí vas a mi vera
y a mi adentro
dejándote llevar en mi regazo.
Tiempo invertido y circular
redondo abrazo
Infinito y perfecto.
Sólo unas vueltas más
para el encuentro en tu otro plano
madre.

A UN AMOR, para Jorge


Este amor de verdad
no sabe de catorces ni febreros
simple y desnudo amor
sin maquillaje
sin máscaras ni tacos
sin escoba de bruja
ni galera de mago.
Es amor sin atajos,
flor asomada apenas
a una mata dulcita
de yuyito de campo.
No alcanzan los sentidos
para poder decirlo
va más allá del roce, las miradas,
los aromas, sabores y cantares.
Tromba, huracán, bonanza
lluvia y tierra mojada
explosión de volcanes y centellas
tibio sol de la escarcha
llanto, risa y abrazo
y latidos rompiendo a borbotones
los parches del placer en su expresión suprema.
                                                                    Nancy 2019

Teoría sobre sueños. Hipótesis, conjeturas y especulaciones.


Se sabe, de acuerdo a relatos de personas catalogadas como confiables, declaradas grandes soñadoras, que hay sueños de toda laya y pelaje.
Algunos se cumplen demasiado tarde y cuando llegan tienen un sabor amargo. Son los que se sueñan con resaca y el estómago lleno durante una  noche mal dormida.
Hay otros sueños que se cumplen en tiempo y forma, pero son tan sensatos y derechos que ahí nomás como dejan de ser sueños se convierten, con su correspondiente desilusión, en un bollo de papel y terminan -en el mejor de los casos- en algún cesto, cuando no en un decoroso contenedor, para llegar finalmente a un basural a cielo abierto.
Están los que se sueñan repetidamente, son recurrentes. Éstos son sueños pacientes, van dando nuevas oportunidades de vivirlos y revivirlos noche tras noche, incluso se suelen soñar en las siestas de verano que por lo general son las más prolongadas.
También entran en la categoría de sueños aquellos que nunca fueron soñados pero que de golpe se hacen realidad. Éstos desconciertan y asombran, y llevan un tiempo relativamente largo en entenderse como tales.
Otros son los sueños que nunca son recordados por no haber despertado a tiempo, o haberlo hecho por un corto lapso sin tener a mano lápiz y papel o algún tipo de anotador electrónico, de manera que no hubo ninguna posibilidad de apuntar aunque sea una palabra para poder recordarlo al otro día, entonces el sujeto sabe que soñó pero por más que se esfuerce no consigue elucidar de qué demonios se trataba su sueño.
Existen los sueños alunados, cuyo origen del nombre deviene  de la conocida acción de correr detrás de la luna, y mientras el soñante más corre, más se apura el sueño-luna, cuestión determinante de que nunca se haya sabido de alguien que haya alcanzado uno.
Los sueños simultáneos, son esos que se van soñando y viviendo al mismo tiempo y que llegado un momento la persona se empieza a preguntar si de verdad estará despierta o dormida, considerando que para soñar es necesario estar dormido o por lo menos en un estado de vahído o algo así.
Los sueños rotos, siempre son malogrados en la mejor parte de la acción debido a alguna desatinada perturbación: la repentina llegada de un amigo, la irrupción de algún taladro mecánico o artefacto rompiente, un inoportuno despertador o miles de otras desafortunadas causas. Se podría asegurar que todos los humanos, cual más cual menos, tienen en su historia personal al menos un sueño roto.
También se ha sabido de sueños sincronizados. Suelen experimentarlos personas que comparten tiempos, espacios y acciones por períodos prolongados, incluyendo noches y siestas, durante las cuales sueñan lo mismo pero cada cual desde su perspectiva y al despertar casi al mismo tiempo comunican sus aventuras deliradas, opinando y argumentando sus puntos de vista.
Los sueños mágicos, salidos de las galeras de magos entrenados, ilusionistas que con mucha precisión muestran su ensoñación como una realidad y de tanto trabajar en esto, ellos mismos se los terminan creyendo.
Magia  que nada tiene que ver con la de los soñadores natos, ya que estos jamás fueron entrenados en el arte de trocar ilusiones por realidades y sin embargo lo hacen tan bien o mejor de lo que lo haría un acreditado mago de sueños.
Un lugar preponderante ocupan los sueños inenarrables. Tienen la particularidad de poderse  soñar estando despierto. Pero por alguna razón no revelada, jamás han podido contarse. Dicen que en toda tumba hay por lo menos uno de estos sueños.
Y podríamos seguir enumerando y conjeturando indefinidamente.
Lo cierto y concluyente es que los sueños son sueños y cada quien es dueño de acomodarse a ellos como mejor le queden, ya que es imposible manejarlos. Entran sin permiso en las vidas y ya no hay cómo quitarlos.
Los psicólogos y parapsicólogos, videntes y pitonisas, astrólogos, alquimistas, chamanes y hasta los politólogos han intentado descifrar la causa, el significado y las consecuencias de los sueños y su transformación en realidad, pero no han logrado hasta la fecha ponerse de acuerdo en la redacción de un tratado acerca del asunto.            
                                                                                       Nancy


NIÑOS ROTOS

Ángeles mutilados
alitas quebrantadas
surcando los rincones
de qué abatidos cielos
andarán.
 Quién los abrazará
cuando tiemblen de invierno
y arropará de besos
su indefenso dolor.
Marionetas vejadas
avecitas heridas
muñecos lastimados
quién los podrá sanar.
 Pétalos arrancados
hojitas pisoteadas
siguiendo los recodos
de qué vientos errantes
rodarán.
                                  N.M.

PENSARES


EXTRAVÍO
Lloró recordando lo que poseía hace diez años y hoy ya no está en su vida, no pudo reír por lo que tiene y no tenía entonces.
Olvidó que hace diez años se encontraba llorando por lo que había perdido tiempo atrás, sin advertir la presencia de lo que hoy añora.
Se extravió por los senderos del tiempo.      
                          N.M.





ANACRONISMO
Entreabrí  la ventana
se me coló un otoño desfasado
y pensé en los destiempos
en las llegadas tarde
o en las vísperas
en tantos desencuentros
en lo que quiso ser y nunca pudo
en lo que pudo ser y nunca quiso.
En el anacronismo de las almas.
N.M.