jueves, 15 de mayo de 2008

AYLÉN

UNA NENA.
¡UNA MUJER ENTRE TANTOS HOMBRES!
UNA PRINCESA.
¡UNA FLOR!...PERO TIENE SUS ESPINITAS...
¡QUE NADIE SUBA MI FOTO AL BLOG!
¡QUE NADIE ENTRE A MI PIEZA!
¡QUE NADIE MOLESTE, ESTOY DURMIENDO!

¡ES MI DESORDEN!

POBRE, DEJÉMOSLA DESCANSAR.
SEAMOS COHERENTES Y COMPRENSIVOS.

¡SE HA BAILADO TODO!


miércoles, 14 de mayo de 2008

LUCAS

EL DE LOS PIES EN LA TIERRA Y LA MIRADA EN EN EL CIELO.
EL QUE VINO AL MUNDO POR DECISIÓN PROPIA.
EL QUE SIEMPRE HA ESTADO.
EL GRANDOTE QUE DESPLIEGA A SU PASO ALEGRÍA, PAZ, SEGURIDAD.
¿QUIÉN TIENE MIEDO CON ÉL A SU LADO?

¡GRACIAS POR EXIXTIR!

MANUEL -clon- DAVID

QUÉ PARECIDOS SON.
DICEN QUE UNO ES EL CLON DEL OTRO.
YO SÉ DISTINGUIRLOS.
MANUEL ES EL PEQUEÑO DE ALAS GRANDES, NADA LE CUESTA VOLAR.
TIENE ALAS POR TODOS LADOS: EN EL ALMA, EN LAS MANOS, EN LOS PIES.

DAVID ES UN ÁNGEL, TAMBIÉN ALADO, LLENO DE LUZ.
SU LLEGADA TRANSFORMÓ LA VIDA DE TODOS LOS QUE LO AMAMOS.
POR ÉL DESCUBRIMOS LO QUE DE VERDAD IMPORTA EN NUESTRO PASO POR LA TIERRA.


martes, 13 de mayo de 2008

PARA MI HIJO DISTANTE


Hijo. Llegaste un día a mi vida. ¡Bendita la hora!
Antes de tu existencia, antes de tu tiempo, estábamos unidos.
Ya ves. La nuestra es una relación ajena al tiempo.
Hubo un bonito tiempo de manos extendidas. Aquí estuvo siempre la mía, vasta y abierta, pronta a tomar la tuya, pero cuidando no aferrarla, no aprisionarla.
Ante cualquier temor debía estar a tu alcance, nada impediría que la tomaras, entonces sí estaría dispuesta a asirla con todas mis fuerzas; si las tuyas flaqueaban podías confiar en las mías.
Dabas tus primeros pasos.
Era el comienzo de la vida, así sería por siempre.
Mi mano a tu alcance pero brindándote libertad: hazlo a tu manera.
Mi mano a tu alcance pero dándote seguridad: tú puedes solo.
Mi mano a tu alcance pero dándote confianza: sé que lo que decidas será lo mejor.
Mi mano a tu alcance con todo mi amor incondicional, en el acierto y en el error, en la alegría y en la tristeza, en el éxito y en la derrota...
Mi mano a tu alcance esperando la tuya que siempre regresa, que siempre me infunde ternura, que siempre desborda de amor mis hastíos.
Hoy tengo otro tiempo de largas distancias y sigo esperando tu mano extendida buscando la mía.
Hoy siento tu mano a través de miles de kilómetros, tan cercana y tan corpórea que no sé si puedes creerme, pero puedo sentir intensamente tu calor.
Ya ves. La nuestra es una relación ajena a la distancia.
                                                                                     Nancy

FELICIDAD


¿Eres feliz?
¿Quién tiene tiempo para pensar en eso?
Con tanto pañal blanco tendido al sol, tanta mamadera y jarabe, noches sin dormir, vapores y golpeteos de espaldas acatarradas, tecitos de manzanilla, trapos calientes, ranitas descosidas en las patitas porque ya son cortas y vueltas a coser para el hermanito que ya viene, y nanas, y cuentos inventados que nunca pueden repetirse tal cual eran…
Sí. Debe ser esa la felicidad. Casi seguro que lo es.
¿Eres feliz?
Tampoco ahora puedes responder por falta de tiempo.
Con tanto camino al jardincito que acompañar, y pintor que planchar, y corbata que bordar, y cuentos y canciones que escuchar, y zapatos que lustrar, y rodillas que curar…
Tal vez esa sea la felicidad. Sí. Tiene que ser esa.
¿Eres acaso feliz?
¡Al diablo con la pregunta! ¡Justo ahora!
Con tantos actos escolares, disfraces y reuniones de padres, la ropa de la comunión, los cumpleaños, las fotos…
Tantos guardapolvos sucios y botones arrancados, y conflictos que ayudar a resolver, la autoestima, la confianza en sí mismo, las dudas, la humildad...
Y con tanto botín de fútbol que comprar y arreglar, y medias sucias, y ropa que es necesario lavar, y tender, doblar y planchar, zurcir y guardar…y volver a lavar.
Tal vez esa sea la felicidad. Tiene que ser esa. ¿Y si no?...
¿Eres feliz?
¿Y a qué viene otra vez la pregunta?
Con tantos desayunos que preparar, y chicos que despertar, y el desorden de la pieza de varones, con sus cañas y sus riles enredados, con sus carnadas a veces olvidadas y podridas, y sus perros de caza dando vueltas por la pieza, y las escopetas-¡Por Dios!- las escopetas.
Y con tanto pelo que peinar y recoger, muñeca que engalanar, llanto que enjugar y consolar, y miedo que alejar.
¿A quién se le ocurre preguntar por la felicidad?
Con tanto ajetreo por los viajes a Bariloche, las cuotas, las valijas..., y las fiestas de egresados, y la fiesta de los quince…
Y siempre pidiendo que miren lo que hacen,que se cuiden, que no beban, invocando a los Ángeles Guardianes y a la Virgen y al Cielo para que los proteja, porque ya no se puede estar en todas partes con ellos. Aprendiendo a rezar y confiar, a guiar y aconsejar, a contener, entender, comprender y cambiar, asumir, respetar, ceder unos espacios, renunciar a otros, ganar algunos…
¿Eres feliz?
¿A quién se le ocurre hacer esa pregunta?
Acaso a la puerta de la terapia, o esperando a que salgan del quirófano, con tanto silencio de clínica, y ruego y oración, y fe y esperanza, la visión se aclare..
Sí. Por fin llega la respuesta.
Ya no quedan dudas, esa es la felicidad, sacarlo de allí sano y salvo, y poder llevarlo a la casa con todas aquellas cotidianidades que se hacen a veces tan desagradables, tan rutinarias y tediosas, y de las que tantas veces uno quisiera escapar.
¿Eres feliz?
¡Quién pudiera sentarse a su vera y verlos crecer, y disfrutar de eso, en medio de tanta responsabilidad y preocupación!

Tómate tu tiempo para ello, te cueste lo que te cueste.
Porque así es como transcurre la felicidad, mirando crecer a tus hijos y dándote apenas cuenta de que ya se convierten en hombres y mujeres.
Por que llegará un día, no tan lejano, en el que te volverás a preguntar:
¿Eres feliz?
Y te sorprenderá de pronto tanto silencio.
Se habrán ido todos. Ya no habrá ropa que lavar ni cama que tender, ni baño que limpiar…
Y descubrirás la casa vacía.
Y en tu alma también sentirás ese vacío.

EL ÁNGEL AUSENTE


Hoy al fondo del aula
está el ángel ausente.
Apenas si se nota su presencia
pero yo la percibo.
Al abrir el registro de asistencia
hay una línea roja
trazada junto al nombre.
Tan fácil de quebrar, tan delgadita,
tan terminante y acabada,
tan sublime y cortita.
Allí está mi mirada
ante el silencio absorto de la hoja.
Y la recta cortada
con su punto final.
En el banco vacío
junto al pupitre blanco y desolado
el ángel se ha quedado.
Abraza su muñeca
y, silente, la peina.
Entró por la ventana
con el aliento de la brisa fresca
y sin mover las hojas, de puntillas,
transparente y brillante
yace posado allí.
Y se queda como antes,
tan calladita y frágil,
tan quedita, tan dueña de su pena,
que apenas te das cuenta
si vino o si no está.

Para Pamela, que fue mi alumna y que siendo tan chiquita partió hacia el mundo de los ángeles.